PROF. DR. ANTONIO ANTELO IGLESIAS
Abstract
Triste privilegio el de sobrevivir a los amigos. Sentirse de alguna manera obligado autor, no de un postumo elogio, sí de su sincera elegía. Haberlo sido ya de Emilio Sáez, de Salvador de Moxó, de Emilio Alarcos... Serlo ahora de Antonio Antelo Iglesias. Evocándole hoy, a pocos meses de su muerte, son muchas las imágenes que se suscitan en mi memoria: las vivas de sus años juveniles, llenas de iniciativas y energía; las de su lograda madurez, jalonadas en la distancia por los viajes y la correspondencia; la penosa de nuestra sabida y no nombrada despedida y el postrer, apagado eco telefónico de su última víspera (...)