FUENTES CEGADAS

Autores/as

  • Eloy Benito Ruano

Resumen

La abundancia —atrevámonos a decir que el exceso— de fuentes atribula muchas veces al historiador. Tanto más frecuentemente, como es natural, cuanto más cercanos son a su propio tiempo los hechos y los personajes objeto de su atención. El historiador de lo contemporáneo nos da la impresión de que tiene que entrar en la selva de sus materiales de información poco menos que como un mambís en la manigua o como un cortador de caña («intelectual voluntario») en la Cuba de Fidel. Uno se imagina al Prof. Seco Serrano o al Dr. Espadas (contemporaneistas amigos) apartando a diestro y siniestro volúmenes de diarios encuadernados en el archivo de ABC para buscar el testimonio centésimo-vigésimo-séptimo de la opinión que me reció al político X el discurso de su adversario el diputado N pronunciado en el Congreso de los Diputados la tarde del 8 de febrero de 1919. (...)

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Cómo citar
Benito Ruano, E. (1991). FUENTES CEGADAS. Medievalismo, (1). Recuperado a partir de https://revistas.um.es/medievalismo/article/view/50191
Número
Sección
Atalaya