Jung y el Islam: contribuciones a la diversidad religiosa
Abstract
Puede que muchos de los que hayan escuchado la llamada a la oración (aḏān) se hayan conmovido o asombrado o, al menos, hayan sentido algo diferente, extraño o extranjero. El aḏān no se considera propiamente una música, sino una llamada que se realiza cinco veces al día en todo el mundo musulmán para recordar y congregar a los fieles a la oración. En este artículo trataremos precisamente de evocar un poco de esta extrañeza, la cual forma parte de un sentimiento muy intenso que Jung, también, describió en su primer contacto con los pueblos musulmanes del norte de África, hace ahora casi un siglo. Esa extrañeza, aún hoy, constituye un sentimiento que “occidente” siente en relación a “oriente” y también es un sentimiento que parte de “occidente” siente con respecto a los musulmanes y al Islam. Independientemente de que seamos creyentes o ateos, la comprensión que tenemos de Dios, de la religión o de la fe, tendrá un peso considerable en nuestra manera de observar muchos de los conflictos actuales.
Proporcionaremos algunos elementos importantes que permitan superar esta disociación histórica con el “otro”, el extraño, el extranjero (concreto y simbólico), utilizando algunas ideas del psicólogo suizo Carl Gustav Jung y del místico andalusí Ibn “Arabi, para mostrar cómo ideas y autores aparentemente dispares pueden dialogar entre sí y ofrecernos nuevas perspectivas para la reflexión contemporánea.