Conclusiones Seminario:
"Acreditación de las Enseñanzas Universitarias:
Futuro de Cambio (expectativas y propuestas)"

 

Silvia Zamorano

 

 

Con el fin de intercambiar distintas expectativas y propuestas de la acreditación de las enseñanzas universitarias, la Cátedra UNESCO de Gestión y Política Universitaria en colaboración con la Dirección General de Universidades de la Comunidad de Madrid, organizó un seminario de un día de duración en el que Directores Generales, Rectores y responsables de las Unidades Técnicas de Calidad Universitaria participaron en el debate sobre la introducción de la acreditación en el sistema educativo superior español.

El contenido de este Seminario sobre Acreditación de las enseñanzas universitarias tuvo tres claras vertientes: una de carácter teórico, a lo largo de la mañana, una segunda de carácter práctico y legislativo, con las dos primeras conferencias de la tarde, y una tercera que nos ofreció una perspectiva más comparada con el referente norteamericano de Jean Avnet Morse.

Una de las primeras conclusiones a las que podemos llegar con este Seminario es la necesidad de partir de la problemática existente en la realidad estructural de la educación superior europea, donde las universidades, en términos generales, se encuentran al margen de los procesos de integración; están controladas por la oferta, lo que conlleva escasa información a los ciudadanos y falta de movilidad, entre otras; se da una escasa rendición de cuentas y, finalmente, se trata de sistemas muy regulados pero sin acreditación internacional.

En palabras del Profesor José Ginés Mora, ¿es realmente la educación superior europea atractiva para los clientes directos e indirectos del proceso educativo?.

Se insistió a lo largo del desarrollo del Seminario en la necesidad de una mayor transparencia, compatibilidad, flexibilidad y comparabilidad (como asegura la Declaración de Bolonia, 1999). Concretamente, la transparencia y comparabilidad se aumentan por medio de tres vías: la evaluación (como proceso de mejora de las instituciones), de la acreditación (como proceso por el cual se garantiza que los resultados obtenidos del proceso educativo alcanzan los estándares prefijados de calidad), y por medio del establecimiento de indicadores que proporcionen la información necesaria para la comparación (benchmarking).

La nueva opción en Europa es la Acreditación, cuyas características deben ser:
- Centrada en las titulaciones (programas).
- Enfocada hacia los resultados.
- Con carácter transnacional.

Con los procesos de acreditación debe buscarse, explícitamente, la información tanto a consumidores como a ciudadanos o autoridades públicas e, implícitamente, el estímulo del interés por la calidad y por sus mecanismos internos.

La acreditación podemos entender, se concibe como una de las modalidades de la evaluación de las instituciones universitarias pero, con la misma, posee diferencias que deben estar muy claras. Entre ellas destacamos:

Evaluación Institucional

Acreditación

El objetivo es asegurar la Calidad

El objetivo es apuntar la transparencia (accountability)

Se definen objetivos

Se centra en Estándares

Se centra en los procesos

Busca resultados

Pone el énfasis en la autoevaluación

Evaluación externa

Se orienta a los planes de mejora

Se acreditan programas

 

Es también muy importante hacer una clara distinción entre los conceptos de criterio, estándar e indicador.

Como muy bien define el profesor Mario de Miguel, el criterio es el punto o marco de referencia que nos sirve para emitir juicios de valor sobre un objeto; es el supuesto que se establece sobre la calidad de ese objeto; supuesto que puede tener diferentes ópticas como la excelencia, eficacia, productividad, coherencia, pertinencia...).

El estándar, sin embargo, es el nivel prefijado de logro o regla de comparación para evaluar un programa.

El estándar frente al criterio que posee un carácter más genérico, posee ese carácter más específico que nos ayuda a concretar (y creo que aquí se encuentra la palabra clave), concreta el criterio permitiéndonos discriminar lo que es adecuado de lo que no lo es.

El indicador es el dato que facilita la información sobre la condición del objeto. Es un dato específico que permite claramente presentar la información relevante sobre un programa (pudiendo ser de naturaleza cuantitativa o cualitativa).

Existen muchos procedimientos para la determinación de estándares pero entre todos ellos hemos de destacar la importancia que tiene el consenso entre las partes: la negociación.

Podemos concluir de esta primera parte teórica sobre la temática que nos ocupa, que las tareas a realizar en la implementación de procesos de acreditación deben ser:

- Establecer condiciones previas de las titulaciones.
- Concretar las estándares.
- Delimitar las evidencias necesarias.
- Formular los juicios de valor.
- Establecer las consecuencias.
- Decidir el organismo o entidad/Agencia evaluadora.
- Validar los procesos de acreditación a través de la metaacreditación. La pregunta es ¿quién acredita al acreditador?

El proceso de acreditación tiene también sus consecuencias positivas directas e indirectas. Entre las mismas y en palabras del Profesor Miguel Valcárcel se destacan:

Consecuencias positivas Directas:

- Certificado de acreditación temporal.
- Transparencia, información clara, fiable y eficaz.
- Rendición de cuentas.
- Coherencia con lo ámbitos profesionales.
- Benchmarking.
- Comparabilidad (entre instituciones, universidades, programas...?)
- Competitividad (rankings?)
- Financiación basada en parámetros de calidad)
- Globalización (europea/internacional), jugando un importante papel las agencias transnacionales, redes... que nos llevaría a la armonización, reconocimiento mutuo de títulos, benchmarking...

Consecuencias positivas Indirectas:

- Incremento de la cultura de la calidad y de la mejora continua.
- Contribución a la definición de metas y objetivos.
- Apoyo a la planificación estratégica y a la financiación por objetivos.
- Soporte a la toma de decisiones (transparente, racional, eficaz y fundamentada).

Además de estas consecuencias positivas, podemos destacar las denominadas amenazas, que pueden producirse en la implantación de procesos de acreditación:

- Marco teórico mal definido.
- Excesivos criterios, estándares o indicadores o incoherentes o poco precisos.
- Escaso impacto real.
- Toma de decisiones disociada de los resultados de la acreditación.
- Competencias y relaciones mal definidas entre la ANECA y las Agencias Autonómicas.
- Aislamiento internacional.
- Aislamiento respecto a la Realidad profesional.
- Nula definición a priori de las consecuencias de la NO Acreditación.

Todo ello conllevaría poca credibilidad del proceso de acreditación.

Los conceptos de acreditación, evaluación y certificación están muy vinculados entre sí, y en el contexto de calidad vienen utilizándose desde hace tiempo en el mundo empresarial. Por ello es importante hacer la revisión oportuna de los mismos, para hablar de la acreditación en las enseñanzas universitarias.

Tanto los procesos de acreditación como los de certificación se sitúan en contextos de calidad que pueden definirse, como cita el profesor Antonio Arena, en el "buen hacer" o "buena imagen" (desde las perspectivas interna y externa respectivamente). De esta forma la ENAC (Entidad Nacional de Acreditación) define la acreditación como el conjunto de comprobaciones de la competencia de los evaluadores de la conformidad, mientras que la certificación se entendería como uno de los procesos de la evaluación de esa conformidad (que declara que los productos o servicios que proporciona una organización cumple los requisitos específicos).

La acreditación de una organización en este contexto aparece entonces ligada a la existencia de un sistema de calidad; bien EFQM -entendido como sistema de Calidad Total- o bien un sistema de Aseguramiento de la Calidad, avalado por las normas ISO 9000.

En el caso concreto de la enseñanza universitaria debemos no solo alcanzar el cumplimiento de objetivos y niveles mínimos establecidos (que supondría referirnos a estándares del tipo Aseguramiento de la Calidad) sino dar un paso más y avanzar en la implementación de sistemas que propugnen la mejora continua y la excelencia en la gestión total de la institución. Debemos hablar pues de eficacia, en cuanto al cumplimiento de los requisitos legales establecidos, pero también de eficiencia.

En este contexto explicado cabe citar la creación, con la nueva Ley de Universidades, de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, cuyo principal objetivo es promover e impulsar la calidad de las universidades profundizando en la cultura de la evaluación.

Esta Agencia con carácter independiente, evaluará los sistemas universitarios avanzados como forma de medir el rendimiento de la universidad, Es decir, evaluará la actividad docente e investigadora del profesorado, de las diferentes enseñanzas, servicios y programas de las universidades.

Esta Agencia, iniciada su evaluación, trabajará con agencias europeas en red para alcanzar un desarrollo óptimo del espacio universitario europeo, con la pretensión de convertirse además, en referente para las universidades latinoamericanas.

Las funciones de la Agencia Nacional son la evaluación, certificación y acreditación.

El Director General de Universidades, D. Ismael Crespo, concretó estos aspectos en términos generales. La evaluación se dirigirá a la mejora de la calidad per se, y se incluye en la Agencia dos aspectos: los relacionados con la evaluación del profesorado y los relacionados con la evaluación para la mejora.

El objetivo de la certificación es la evaluación de los procesos y relaciones entre sí. Esta certificación tendrá carácter voluntario, temporal y cíclico, y su consecuencia directa será la obtención de un certificado que garantice el funcionamiento óptimo de la unidad evaluada. Existirá un comité que decidirá la certificación de dicha unidad.

La acreditación tendrá por objeto comprobar que esos certificados otorgados cumplen con los requisitos mínimos de calidad, por lo que se tratará de evaluación de resultados. Esta acreditación se llevará a cabo para la homologación o validez del título. Será obligatorio, temporal y cíclico.

Las atribuciones de las agencias autonómicas deben ser concretadas por las diferentes Comunidades Autónomas. Y, de nuevo, se insiste en la necesidad de Aseguramiento de Calidad previo al proceso de acreditación.

Las agencias tienen que evaluar los requisitos de entrada. Concretamente la Agencia Catalana evalúa tanto elementos de entrada, input, de procesos, y elementos de producto o salida, output.

Se insiste en este contexto en un marco común, un lenguaje común entre agencias, administraciones e incluso universidades. Por tanto, es necesario validar los indicadores. Sería importante también que se establezcan criterios equiparables para emitir los juicios y las opiniones para el reconocimiento mutuo.

Con relación a la ANECA y las Agencias Autonómicas, hay un planteamiento que inicialmente y lo único que podemos concluir en este momento, es que será de cooperación y coordinación.

Finalmente es fundamental que el concepto de acreditación incluya la mejora de la calidad y tenga en cuenta las lecciones aprendidas en los planes de evaluación.

Como Gemma Rauret citó en su intervención, hay un trabajo enorme por hacer en el contexto de los procesos de acreditación; hay todavía muchas preguntas sobre las que los agentes directos e indirectos de la calidad institucional de educación superior y responsables de la misma debemos reflexionar.


Referencias

Brincones, I. & González, M. (1999) Formación de profesores universitarios noveles. En T. Hornilla (Coord.): Formación del profesorado universitario y calidad de la enseñanza. Zarautz :Universidad del País Vasco.
Chapman, D.W. & Green, M.S. (1986) Teacher retention: a further examination. A Journal of Educational Research, pp. 273-279.
Trigwell, K. & Prosser, M. (1996) Changing approaches to teaching: a relational perspective. Studies in Higher Education, 21, pp. 275-284.
Trigwell, K. & Prosser, M. (1999) Understanding Learning and Teaching. Milton Keynes: Society for Research into Higher Education and Open University.