Daimon. Revista Internacional de Filosofía, nº 96 (2025), pp. 204-208

ISSN: 1989-4651 (electrónico)

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TURPÍN SAORÍN, J. (Ed.). (2023). Antropología en devenir político. Encuentros trans-disciplinares. Madrid: DADO Ediciones.

El pasado año 2023 vio la luz el libro titulado Antropología en devenir político, una obra publicada por DADO Ediciones y que forma parte de la colección Filosofía y sociedad.

Compilado por el filósofo, antropólogo y docente en la Universidad de Murcia (UMU) José Turpín Saorín, no es esta la primera ocasión en la que el autor muestra sus preocupaciones por la posibilidad, incluso la necesidad, de habilitar espacios comunes desde la divergencia de un pensamiento multidisciplinar, pues ya presentó en comandita no hace muchos años (Turpín y Antón, 2016) otra compilación relacionada con qué hacer tras la crisis económica de 2008 y las respuestas sociales que se iniciaron a partir de 2011.

En el caso del primer libro citado, que es el que nos ocupa en estas líneas, tiene como tema central la Antropología como ciencia social encargada, grosso modo, del estudio de la cultura. O como expone José Luis Villacañas en el prólogo, desde la etimología de la palabra “ciencia” del ser humano, Antropología como ciencia de la cultura y la interpretación de las producciones culturales.

Pero esa centralidad de la ciencia antropológica se hace desde diferentes perspectivas, desde su relación con otros ámbitos del saber, tales como los estudios de género, la psicología, la filosofía, la economía, pero, sobre todo, con la politología. De ahí el subtítulo de Encuentros trans-disciplinares. Tal y como el compilador nos dice “ese es el motivo del libro que comienza a leer; curiosear entre disciplinas, introducir distintas perspectivas y sin más intención que entrar de lleno en el tan manido encuentro entre disciplinas” (pág. 18).

De hecho, tampoco es esta la primera vez que en el caso del prologuista este se asoma a la relación de la Antropología y otras ciencias sociales (Villacañas, 2016, 2021). Es precisamente en el prólogo donde Villacañas hace un recorrido por la evolución de la Antropología como disciplina social durante el siglo XX y sus relaciones con otras áreas como la Filosofía o la Sociología. El reconocido Catedrático en Filosofía subraya que “eso hace que la antropología sea una disciplina entre fronteras, que reclama su lugar, pero que no puede decir con claridad cuál es” (p. 14). Y es aquí donde nos preguntamos hasta qué punto esto se relaciona con el particular entendimiento acerca de la dificultad que presenta la disciplina antropológica para establecer su campo gnoseológico con fórmulas adecuadas (Bueno y García Sierra, s.f.), pues se dan determinadas estructuras culturales de las que no se ocupa la Antropología, tales como la Economía, la Teología o la Lingüística.

Sea como fuere, lo cierto es que se trata de un volumen, compuesto por quince capítulos y cuatro anexos, en el que se ha dado total libertad a sus participantes para hablar del asunto que más preocupa a cada uno con el fin de fomentar el diálogo entre disciplinas y con el lector. Otra prueba de la mencionada multidisciplinariedad la constituye la variedad de perfiles que presentan los diferentes colaboradores de la obra, relacionados con universidades españolas e hispanoamericanas. Se trata de investigadores, docentes y especialistas en campos tan dispares como la Psicología, el Derecho, la Administración Pública, la Antropología (¡cómo no!), la Filosofía, las Ciencias Sociales e, incluso, la Ingeniería.

En una somera exposición de los diferentes apartados del libro, comenzaremos especificando que su primer capítulo, a cargo de Marta María Aguilar Cárceles (Universidad de La Rioja), se ocupa, desde una perspectiva multifacética, de la comprensión de la sexualidad y el reconocimiento de los derechos de las minorías sexuales, en concreto de la despatologización de la transexualidad entre otros asuntos.

En el segundo capítulo, Rina Marissa Aguilera (UNAM) se centra en la importancia de la gobernanza en las relaciones que la ciudadanía establece con las administraciones políticas mediante lo que se denomina Nueva Gestión Pública.

El tercer capítulo, a cargo de David Avilés (UMU), aborda la problemática que rodea al Mar Menor como consecuencia de destinar las tierras de cultivo cercanas a la producción agrícola intensiva exportadora, eliminando el modelo agrario tradicional. El concepto empleado es el de extractivismo, un modelo de producción de nefastas consecuencias. La polémica se amplía con la situación actual de la laguna salada dentro de lo que Harvey (2018) llamó acumulación por desposesión.

El destacado filósofo Antonio Campillo (UMU) se ocupa en el cuarto capítulo de la pandemia de Covid-19 como una muestra de las vergüenzas del capitalismo, a saber, la gran desigualdad social que genera y su insostenibilidad medioambiental, siendo este episodio una muestra clara de la ecodependencia de los seres humanos. Es interesante enlazar las ideas expuestas por Campillo con lo escrito por Costa-Morata acerca de la relación existente entre la pandemia y el cambio climático en las páginas finales de una de sus últimas obras (2021).

El capítulo quinto, por cuenta de Mariela Díaz (Universidad Mayor de San Andrés), se centra en el trabajo de cuidados en el caso de Bolivia, tareas que recaen casi siempre en las mujeres, quienes han luchado duramente por conseguir una serie de mejoras legales y sociopolíticas que dignifican su trabajo, pero donde quedan cuestiones pendientes relacionadas con los prejuicios por razones de sexo, etnia o posición socioeconómica.

Por su parte, Marina García (UV) dedica las líneas de la sexta sección a un tema tan delicado como es el de intentar explicar los motivos por los que desde ciertas posturas feministas y desde la teoría queer se dice que el sexo es una construcción como lo es el género. Véase si no la polémica desatada con la publicación de Errasti y Álvarez (2022).

El escueto texto de Cristina Guirao (UMU) para el séptimo apartado aborda la posibilidad de construir la historia en base a narrativas de los hechos propios de la vida cotidiana protagonizados mayoritariamente por las mujeres, y no los relatos épicos de grandes hazañas y héroes.

En el título octavo, Francisco Javier Jiménez (UNAM) se centra en la teoría de juegos como herramienta que puede facilitar la toma de decisiones en la vida cotidiana, por lo que presenta potencialidad suficiente para ser introducida como contenido en los estudios politológicos.

Silvia Patricia López (Universidad de Guadalajara), en compañía del compilador de la obra, pretenden vislumbrar en el noveno capítulo el futuro en base a nuevos espacios dialécticos donde la interacción se convierta en un espacio común que permita repensar colectivamente el provenir, dejando así atrás al sujeto o individuo inconexo, mónada protagonista de este presente neoliberal y de turbocapitalismo. A través de unas páginas trufadas de pertinentes citas bibliográficas, se pretende filosofar sobre el tiempo para otorgar a este un sentido vital mediante la acción.

En la parte décima del libro se encuentra la aportación del tristemente fallecido Miguel Ángel Zárate (UNAM), a quien el compilador ha ofrecido previamente la obra en su memoria. Las páginas que ocupan esta contribución versan sobre el voluntariado de estudiantes universitarios durante la reciente pandemia a fin de paliar o amortiguar sus efectos. Se trata de un estudio comparado de los casos de España, México y Argentina, países donde los estudiantes de enseñanza superior se ofrecieron voluntarios para realizar, entre otras, labores de acompañamiento o asistencia que garantizasen el acceso a recursos de primera necesidad de personas en riesgo de exclusión o vulnerabilidad, asistencia a personas jóvenes, campañas de vacunación antigripal, asistencia a enfermos o atención telefónica; ejemplos todos de los lazos de colaboración que es capaz de tejer la universidad para la mejora de las comunidades.

El capítulo once nos ofrece una reflexión personal y profesional a cargo de Alejandra Martínez (Universidad Siglo 21) acerca del estudio de las masculinidades modernas mediante la llamada etnografía performativa, en concreto la auto-etnografía, centrándose esta en el análisis de experiencias personales para comprender las experiencias sociales.

Por su parte, Victoria Salazar (Universidad Autónoma de Manizales/Universidad de Caldas) nos sumerge a lo largo del capítulo doce dentro del interesante escenario que resultan ser las plazas de mercado con motivo de las múltiples relaciones sociales y culturales que en ellas tienen lugar. La autora, en consonancia con el ánimo del libro, lo analiza desde una mirada multidisciplinar, donde juegan un papel importante aspectos geográficos, económicos, políticos y la antropológicos.

En la siguiente parte del volumen, David Soto (UMU) se centra en las consecuencias que desde el punto de vista político puede tener la implantación, prácticamente hegemónica a nivel global, del neoliberalismo como ideología. Mantiene la tesis de que el populismo autoritario es consecuencia directa del neoliberalismo y sus pilares asentados en la competencia y rendimiento empresarial, que se trasladan a la vida personal y social de los sujetos, así como la depresión fruto de un mal resultado en estos dos aspectos iniciales. De aquí al terror motivado por la inseguridad que sufren los individuos, quienes reclaman medidas duras, solo hay un paso que los autoritarismos populistas, especialmente de las derechas, parecen más proclives a asegurar.

El compilador de la obra, esta vez en solitario, nos invita a reflexionar en las hojas del siguiente capítulo sobre el leitmotiv del libro, esto es, la importancia de la Antropología como disciplina convergente, como punto de fuga de otras ciencias sociales centradas en el estudio de los seres humanos.

Finalmente, José Antonio Zamora (CSIC) cierra la lista de secciones de la obra retomando el tema apuntado anteriormente por David Soto al centrar la relación entre el neoliberalismo y el auge del populismo autoritario en el caso de España.

Además de los quince capítulos relatados, el libro cuenta con una segunda parte en la que se hallan cuatro anexos, que parecen hacer las veces de ejemplificaciones de algunos de los temas analizados en la primera parte. Muy sucintamente, el primero de ellos corre a cargo de la autora de la imagen que es portada del volumen, quien narra el origen de dicha imagen. El segundo, mediante la biografía de Félix, expone las vivencias de un hombre transexual. El tercero es una historia de vida de una trabajadora del hogar en Bolivia y su relación con la música como medio de reivindicación en las luchas laborales del colectivo al que pertenece. Por último, el anexo cuarto constituye un homenaje al profesor Miguel Ángel Márquez Zárate.

El final de estas líneas se acerca no sin antes recalcar que, como hemos podido ver en la pequeña disección practicada, el objetivo del libro es el de establecer puentes, nexos, uniones entre las diferentes áreas o disciplinas del conocimiento que se encargan del estudio de una parcela del hacer humano para, de este modo, lograr una mirada más amplia que logre abarcar y comprender mejor la realidad de las acciones humanas con base en una reflexión pausada desde una miríada de interpretaciones. Es este, precisamente, el principal mérito que presenta este libro.

En el debe de la obra señalamos la ausencia de unas páginas en las que se establezca un diálogo entre la antropología y la educación, o, si se quiere, se reflexione sobre una disciplina tan importante como es la Antropología de la Educación, tal y como apuntaron en su momento Colom Cañellas y Mèlich Sangrà (1994).

No obstante, la obra supone una provocación, o un estímulo si se prefiere emplear términos más mansos, a continuar por este camino de diálogo entre disciplinas.

Invitamos a su lectura atenta a fin de que cada cual encuentre en ella, desde sus intereses o preocupaciones, un centro de interés desde el que poder entender la realidad de una manera más holística.

Referencias

Bueno, G. y García-Sierra, P. (s.f.). Diccionario filosófico. Manual de materialismo filosófico. Una introducción analítica. https://www.filosofia.org/filomat/df261.htm

Colom Cañellas, A. J. y Mèlich Sangrà, J. C. (1994). Antropología y educación. Nota sobre una difícil relación conceptual. Teoría de la educación, 6, 11-21.

Costa-Morata, P. (2021). Manual crítico de cultura ambiental. Editorial Trotta.

Errasti, J. y Pérez, M. (2022). Nadie nace en un cuerpo equivocado. Deusto.

Harvey, D. (2018). Senderos del mundo. Akal.

Turpín, J y Antón, F. (Eds.) (2016). Es tiempo de… Diego Marín.

Villacañas-Berlanga, J. L. (2021). Las bases antropológicas de las formas políticas contemporánea. En J. L. Villacañas-Berlanga y A. Garrido-Fernández (Eds.), Republicanismo, Nacionalismo y Populismo como formas de la política contemporánea (pp. 11-45). DADO

Villacañas-Berlanga, J. L. (2016). Dispositivo la necesidad teórica de una Antropología. En R. Castro-Orellana y A. Salinas-Araya (Eds.), La actualidad de Michel Foucault (pp.185-212). Escolar y Mayo.

José Monteagudo-Fernández
(Universidad de Murcia)