Bioderecho.es, Núm. 18, julio-diciembre 2023
https://doi.org/10.6018/bioderecho.555911 ISSN: 2386-6594
Mahatma Gandhi y Bertrand Russell dos pensadores para
guiar el proceso constitucional chileno a una constitución
ecológica
Mahatma Gandhi and Bertrand Russell two thinkers to guide the Chilean constitutional
process to an ecological constitution
R
ODOLFO MARCONE LO PRESTI
1
RESUMEN: En esta breve reflexión quiero recoger el pensamiento de dos grandes filósofos políticos del Siglo XX.
Como Mahatma Gandhi y Bertrand Russell. Los cuales promueven lo mejor del humanismo pacifista del Siglo XX.
Lo que propongo es entregar un par de ideas positivas y propositivas para el debate constitucional chileno.
Recordando que es imperiosa y necesaria la transformación de nuestras constituciones políticas desde un prisma de la
no violencia activa, las virtudes individuales y la ecología.
Palabras clave: democracia, proceso constituyente, Chile, constitución ecológica, no violencia activa, valores
humanos.
ABSTRACT: In this brief reflection I want to collect the thoughts of two great political philosophers of the twentieth
century. Like Mahatma Gandhi and Bertrand Russell. Both of them promote the best of the pacifist humanism of the
20th century. What I propose is to deliver a couple of positive and propositive ideas for the Chilean constitutional
debate. Remembering that it is imperative and necessary the transformation of our political constitutions from a prism
of active nonviolence, individual virtues and ecology.
Keywords: Democracy, constituent process, Chile, ecological constitution, active nonviolence, human values.
SUMARIO: I. INTRODUCCIÓN. II. IDEAS PARA AFIANZAR UN DIÁLOGO. III A MODO DE CONCLUSIÓN. IV. REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
.
Fecha de recepción: 01/02/2023 – Fecha de aceptación: 15/11/2023. Cita recomendada: MARCONE LO
PRESTI, R. (2023). Mahatma Gandhi y Bertrand Russell dos pensadores para guiar el proceso
constitucional chileno a una constitución ecológica. Bioderecho.es, (18), 1-6.
https://doi.org/10.6018/bioderecho.555911
1
Abogado. Mg. Derecho Constitucional. Doctorando por la Universidad de Valencia. Correo:
presti@alumni.uv.es
2
Mahatma Gandhi y Bertrand Russell dos pensadores para guiar el proceso constitucional chileno a una
constitución ecogica
I. INTRODUCCIÓN
Me gustaría demostrar cómo el pensamiento de dos grandes figuras del siglo XX puede
ayudarnos a construir un relato constitucional o constituyente positivo. Por un lado, se ha
cumplido el 30 de enero recién pasado el 75 aniversario del trágico asesinato a manos de un
nacionalista hindú del líder indio Mahatma Gandhi (1869-1948) y, por otro lado, me ha
parecido plausible rescatar el pensamiento de Bertrand Russell (1872-1970), destacado filosofo
y matetico inglés, ganador del premio nobel de literatura en 1950. Ambos defendieron el
pacifismo como máxima expresión del desarrollo político espiritual humano. Siempre es
oportuno reflexionar sobre el legado de líderes y pensadores positivos, y que han marcado el
Siglo XX con el propósito de rescatar su pensamiento para guiar la deliberación constitucional
que Chile retomará de lleno el próximo mes de marzo del 2023. Oportunidad que no podemos
desperdiciar en luchas miopes. Cuando vivimos el momento histórico más desafiante de los
últimos doscientos años como especie humana.
II. IDEAS PARA AFIANZAR UN DIÁLOGO
Partamos de las enseñanzas de Gandhi, abogado, hijo de una familia de una casta
superior de la India, pero que se educó en Inglaterra y luego vivió en Sudáfrica. Vivió en carne
propia la colonización inglesa, de ella aprendió lo positivo y los males que trajo a su pueblo.
Pudo entender profundamente la cultura cristiana occidental, donde se educó formalmente, y a
la par reivindicó los valores espirituales del hinduismo, fe que recibió de sus padres y vivió
apasionadamente. En su vida, buscó unir lo mejor de las grandes tradiciones religiosas humanas,
especialmente del hinduismo, el cristianismo y el islam.
Para nosotros, Gandhi representa uno de los primeros pensadores globalizados de la
posmodernidad. Es sin duda el primero que promueve el pacifismo como doctrina política. En
este entendido, Gandhi pudo sintetizar lo mejor del pensamiento filosófico-espiritual de la India
con los principios jurídicos occidentales y las tradiciones religiosas de los grandes
monoteísmos.
Entendía Gandhi que un Estado de Derecho moderno debe basar su actuación en el
principio de la no violencia activa. Este era el único mecanismo válido para transformar los
marcos institucionales implementados por el colonialismo británico.
Fue testigo de las atrocidades que el mundo “civilizado” europeo occidental realizaba
consigo mismo en la primera y segunda guerra mundial y se dio cuenta de que las doctrinas
nacionalistas, por un lado, y el materialismo, por otro, habían destruido el alma de occidente.
Por ello, reivindicó la búsqueda espiritual como camino de virtud personal que
permitiera construir una comunidad política virtuosa. Lo pequeño y lo grande, lo individual y lo
común están entrelazados en Gandhi, por ello, la no violencia activa será el camino para liberar
a la India y unir a un pueblo separado entre hindúes y musulmanes, en el camino de la unión
cívica.
Gandhi creía profundamente en la amistad cívica, rescataba lo mejor de la teoría
democrática occidental uniendo estas ideas con la cosmovisión política hindú, que considera
que existe un orden cósmico expresado en el concepto de dharma. Gandhi creía que la no
violencia activa era el camino para restablecer un orden social quebrantado por el colonialismo
1
.
1
Véase el libro sobre la no-violencia como idea clave de la independencia india, de los investigadores franceses:
METTRA, M., MINUTES, Gandhi: Le Symbole de la Non-Violence et de l’indépendance Indienne, Lemaitre
Publishing, Cork, 2015.
3
Rodolfo Marcone Lo Presti
La filosofía de Gandhi se basaba en un importante concepto llamado satyagraha que,
traducido al español, lo podemos denominar como la “fuerza de la verdad”. Para Gandhi la
verdad de la no violencia era tan radical que podía cambiar el mundo, porque cambiaba el alma
humana y así lo demostró su vida y obra. Hoy en un mundo donde hablar de verdad es casi una
herejía, un personaje como Gandhi estaría proscrito por el establishment de pensadores
posthumanistas y transhumanistas que dominan nuestra escena filosófica actual.
Por otro lado, tenemos a Bertrand Russell, hijo de nobles, un notable matemático que se
decantaría por el desarrollo de la filosofía política, al ser testigo de los horrores de las grandes
guerras mundiales y la asunción de los regímenes totalitariosnazismo, fascismo y comunismo
y al igual que Gandhi, pudo entender el papel central de los valores espirituales y éticos para
dotar de sentido a la político.
Entendió que la virtud individual es la clave para alcanzar la virtud pública y llegó a
señalar que los: “ideales políticos deben estar basados en ideales de la vida individual. El
objetivo de la política debería ser hacer la vida de los individuos tan buena como fuese
posible”
2
. Russell observaba los errores y horrores de los totalitarismos como la consecuencia
necesaria de la pérdida del ideal de bien y virtud. Cuando no hay una guía ética-espiritual, es
muy difícil distinguir qué tipo de bien e impulso es el correcto.
Russell distingue entre los bienes-impulso, bienes materiales que se mueven en la
satisfacción de necesidades humanas y que son limitados por la naturaleza de la materia que los
conforman; y por otro lado, entre los bienes de carácter mental y espiritual, que son ilimitados y
que su realización no comporta un detrimento en sus cantidades cuantificables, porque están
s allá de la materia. Alguien que ama mucho no deja menos amor al mundo, quizás pase lo
contrario, lo expanda.
Para Russell los impulsos posesivos se identifican con los bienes materiales y de ahí
deriva el concepto de derecho de propiedad y violencia. Desde el hinduismo, el cristianismo y
hasta los estoicos, se ha buscado dotar de límites a este impulso posesivo y darle una función
social a la propiedad. Por otro lado, existen los impulsos creativos que permiten la posibilidad
de expandir el mundo humano y generalmente nacen de la inteligencia. La economía está
influida sustancialmente por un espíritu monista posesivo del orden material, que se decantó por
una financiarizacióndel mundo como dice Ballesteros
3
. Por ello, en estos últimos doscientos
años el mundo natural ha sido tratado como un esclavo, con las nefandas consecuencias
ecológicas que vivimos.
Así las cosas, diría Russell: “Las instituciones políticas y sociales han de ser juzgadas
por el bien o mal que causan al individuo
4
. Por ello, hemos de preguntarnos por el mal que han
causado las doctrinas individualistas economicistas y, por otro lado, las colectivistas-
socializantes en nuestro mundo, sobre todo tras la amenaza de la guerra nuclear, la
sobreexplotación de la naturaleza y la destrucción de vastos sectores de nuestro ecosistema, con
el consabido resultado del acelerado proceso de cambio climático. Debemos preguntar qué bien
han hecho nuestras instituciones humanas estos últimos cien años y podremos llegar a una triste
conclusión.
2
RUSSELL, B., Ideales políticos, Ediciones Aguilar, Madrid, 1968, p. 14.
3
Véase la reseña de la obra de BALLESTEROS, J., Domeñar las finanzas, cuidar la naturaleza, Tirant lo Blanch,
Valencia, 2021.
4
RUSSELL, B., Ideales políticos, op. cit. p. 16.
4
Mahatma Gandhi y Bertrand Russell dos pensadores para guiar el proceso constitucional chileno a una
constitución ecogica
En las ideas de Gandhi y Russell, podemos encontrar coincidencias pues ambos
defienden ideales espirituales de verdad, virtud y bien. El gran problema de nuestra sociedad
posmoderna es definir un concepto de bien -global y sistémico- y por ello dotar de contenido al
bien común para la sociedad humana. Cuestión que hoy es urgente.
Jürgen Habermas, en un famoso diálogo con el fallecido Cardenal Ratzinger, reconoció
que la filosofía contemporánea se veía imposibilitada de dotar de contenido al bien común con
la muerte de la metafísica
5
. Esto nosotros lo compartimos, y agregamos que es producto de una
epistemología parcial, que perdió la capacidad de definir los conceptos de bondad, bien y verdad
en un diálogo abierto al conocimiento ancestral religioso y espiritual tanto de nuestras antiguas
religiones monoteístas como de las tradiciones espirituales de los pueblos indígenas.
El bien común para Gandhi era lograr que los individuos encontraran su papel en el
dharma u orden cósmico. La fuerza de la verdad se representaba en los principios de compasión
universal y no violencia activa. Estos valores espirituales, se logran a través del desarrollo de las
virtudes espirituales humanas. Por ello, para Gandhi, la no violencia activa era la forma de
actividad política por antonomasia.
Gestos, palabras y símbolos deben denotar el sueño de la paz y la vivencia de esta,
siendo sólo posible en primer lugar en la vida del espíritu. Así las cosas, Gandhi promovió un
estilo de vida comunitario austero, donde la economía local era esencial para lograr una justicia
social con trabajo para todos y su acción política fue llevada adelante entre ayunos, marchas y
un aguante a la violencia mediante una fe inquebrantable en el amor.
Bertrand Russell, quien también fue influenciado por las ideas de Gandhi, abogó por
limitar el poder de los estados-nación, creía que mientras el poder fuera más difuso en las
instituciones políticas, la violencia de la tiranía se podría prevenir. Promovió que una sociedad
política debe guiarse hacia el fin de generar bienes espirituales, creativos e ilimitados; más que
bienes materiales de carácter posesivo; llamó a construir un mundo de generosidad, creatividad
y paz democrática.
Podemos llegar a una síntesis de lo que hemos expuesto hasta aquí. El mayor bien para
Russell está dado en el respeto de la persona humana y su intrínseca dignidad, por ello, una
sociedad política sana protegerá, promoverá los valores creativos humanos y, siguiendo a
Gandhi, la parte egoísta y violenta del ser humano podría ser reconducida por medio de la no
violencia activa.
Así las cosas, creemos firmemente que estas ideas deben impregnar la deliberación
constitucional que afronta Chile por segunda vez en menos de dos años. Al parecer nuestra
institucionalidad está en la hora de preguntarse si ha cumplido con la meta de vivificar el bien
común, que es reconocido como fin esencial de nuestro Estado en la actual Constitución de
1980, en su artículo primero
6
. Además, los políticos deben preguntarse cómo ellos pueden ser
menos violentos y más espirituales para lograr este propósito.
Si la respuesta es negativa debemos re-imaginar el mundo político-social, pero no con
las viejas soluciones del liberalismo o el estatismo. Debemos ir más al, a través de la mano de
5
Véase el diálogo quizás más importante del siglo XX- en: Habermas, J., Ratzinger, J., con Rodríguez Duplá, L.
(Prólogo). Dialéctica de la secularización: sobre la razón y la religión, Encuentro, Madrid, 2006.
6
Artículo 1, inicio 3, de la Constitución Política de Chile: “El Estado está al servicio de la persona humana y su
finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a
todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y material posible, con
pleno respeto a los derechos y garantías que esta Constitución establece”.
Disponible en: https://www.camara.cl/camara/doc/leyes_normas/constitucion_politica.pdf
.
5
Rodolfo Marcone Lo Presti
Gandhi, o sea, a través de la fuerza de la verdad que nos conducirá al camino de la no violencia
activa como motor de la transformación social. Especialmente hace falta esto en la sociedad
chilena que ve niveles de violencia inauditos para nuestra tradición socio-cultural.
Para ello necesitamos la verdad como forma de comunicación política, debemos desistir
de construir caricaturas sobre el otro, dejar de lado el mundo de las fake news y la manipulación
realizada por los algoritmos, que se utilizan hoy en política por los extremismos. Debemos
encontrar en la mirada del otro el fundamento de lo político y, por ende, construir una sociedad
desde la compasión y el amor.
III. A MODO DE CONCLUSIÓN
Debemos entender que la política está para la vida, como una vez la gran filósofa
Hannah Arendt señalase cuando reconoció que el mayor bien está en el nacimiento. La no
violencia activa respeta todas las formas de vida en la tierra y reconoce en el ser humano su
guardián. Debemos entender que la vida humana plural de nuestras sociedades está al servicio
del resguardo de la madre tierra y, por ello, reconocer la trascendencia ecológica en nuestra
nueva constitución será esencial para construir un bien común resiliente.
Positivizar estas ideas en un texto constitucional nos permitirá crear entramados con
fundamentos materiales que contendrían valores esenciales para interpretar todo un sistema de
normas y procesos burocráticos que conforman el Estado de Derecho moderno. No podemos
olvidar que una Constitución política también es una promesa de orden y justicia como nos
recuerda la profesora Pirie
7
.
Asimismo, reconocer el papel de las mujeres en nuestra sociedad y las éticas del
cuidado podrán ayudarnos a construir un mejor sistema de seguridad social, acá el
ecofeminismo será esencial. Replantear y fortalecer la educación de los niños, con el
protagonismo de los padres y familias será esencial para avanzar en educación de calidad e
inclusiva.
Aceptar las concepciones indígenas para el buen vivir y la justicia nos podrán hacer
valorar otras posibilidades de ordenamiento social y autonomías que aumentaran la diversidad
de saberes y organizaciones locales.
Y, por último, la Constitución debe limitar el poder de los poderosos, los políticos y los
empresarios. Para eso está y para ello debemos replantear los juegos del poder en nuestra
sociedad. Separar el dinero del poder político y replantear los límites del capitalismo y la
función social de la propiedad será esencial para que logremos una justicia climática y la
consecución de un mundo sano para las futuras generaciones, como lo recuerda Vicente
Bellver
8
. Así daremos paso a la economía de la creatividad, la solidaridad y la gratuidad, valores
esenciales para la nueva economía ecológica. Debemos dejar el miedo al cambio, pues si no
cambiamos nos extinguimos.
7
Véase la última obra de PIRIE, F., (Trad. FONTAL, Y.), Ordenar el mundo. Cómo 4.000 años de leyes dieron
forma a la civilización, Editorial Planeta, Barcelona, 2022.
8
BELLVER CAPELLA, V., “Origen, evolución, caracteres y dimensiones de la justicia climática”, en BORRÁS, S.,
VILLAVICENCIO-CALZADILLA, P. (Ed.), Justicia Climática. Visiones constructivas desde el Reconocimiento de
la Desigualdad, Tirant Lo Blanch, Valencia, 2021.
6
Mahatma Gandhi y Bertrand Russell dos pensadores para guiar el proceso constitucional chileno a una
constitución ecogica
La Constitución como camino para transformar nuestra sociedad es una vía democrática
y eficaz, siempre que podamos fijar un marco de sueños compartidos, como erradicar la
destrucción ecológica, la discriminación, el hambre y la falta de educación como los mayores
males de una sociedad humana en transición. Por ello, el principio de interdependencia y
autonomía de los grupos intermedios deberá ser redefinido desde la generosidad de los que
tienen más y la humildad de los que han sido excluidos.
Parece que hablo de una utopía, pero no menospreciemos el papel de la utopía para
movilizar la narrativa política. Solo basta ver el influjo de la obra de Santo Tomás Moro con su
Utopía y Platón con su República, para entender que de utopías el mundo político se nutre y es
mejor que esto suceda en nuestro debate, que quedarnos encadenados en el mundo antiguo de
antagonismos y materialismos que ya está finito.
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
BALLESTEROS, J., Domeñar las finanzas, cuidar la naturaleza, Tirant lo Blanch,
Valencia, 2021.
BELLVER CAPELLA, V., “Origen, evolución, caracteres y dimensiones de la justicia
climática”, en BORRÁS, S., VILLAVICENCIO-CALZADILLA, P. (Ed.) Justicia
Climática. Visiones constructivas desde el Reconocimiento de la Desigualdad, Tirant Lo
Blanch, Valencia, 2021.
HABERMAS, J., RATZINGER, J., con RODRÍGUEZ DUPLÁ, L. (Prólogo). Dialéctica de
la secularización: sobre la razón y la religión, Encuentro, Madrid, 2006.
METTRA, M., MINUTES, Gandhi: Le Symbole de la Non-Violence et de l’indépendance
Indienne, Lemaitre Publishing, Cork, 2015.
PIRIE, F., (Trad. FONTAL, Y.), Ordenar el mundo. Cómo 4.000 años de leyes dieron
forma a la civilización, Editorial Planeta, Barcelona, 2022.
RUSSELL, B., Ideales políticos, Ediciones Aguilar, Madrid, 1968.