AREAS Revista Internacional de Ciencias Sociales, 48/2025 “Migraciones y reproducción social”, pp. 5-10. DOI: https://doi.org/10.6018/areas.674421.

Las migraciones ¿un cabo suelto?1

Andreu Domingo, Centre d’Estudis Demogràfics (CED-CERCA)

Jordi Bayona i Carrasco, Universitat de Barcelona y Centre d’Estudis Demogràfics (CED-CERCA)

El estudio de las migraciones desde la óptica demográfica, es decir, el estudio de las migraciones en la contribución al crecimiento de la población y a la diversificación y sucesión de las generaciones, se nos presenta como el cabo suelto de la Teoría de la Transición Demográfica desde su enunciación definitiva en 1945 (Notenstein, 1945). Podemos encontrar diferentes razones por las cuales las migraciones fueron omitidas en la sistematización teórica sobre el paso de un régimen demográfico antiguo a uno moderno, coincidiendo con el advenimiento del capitalismo, si como tal consideramos la industrialización. Razones de tipo metodológico –la dificultad para obtener largas series estadísticas históricas fiables, en comparación con la mortalidad o la fecundidad que permitieran el estudio empírico-, pero también de tipo político -como la fuerte inversión que se dio para la el estudio de la fecundidad y la mortalidad a escala global tras la Segunda Guerra Mundial, correspondiente a la preocupación que suscitaba la entonces llamada “explosión demográfica”, en el contexto de la descolonización, el crecimiento de la población del llamado Tercer mundo, y la oposición entre el bloque capitalista y el comunista.

Esa sombra perdurará durante mucho tiempo, pese a los esfuerzos como los del geógrafo Wilbur Zelinski (1971) y su intento de ordenación de las etapas de la llamada “transición de la movilidad”. Ese olvido en el campo de la demografía, fue compensando por la profusa literatura científica desde la geografía y la sociología, dando lugar a la rica tradición de la sociología de las migraciones, desde los estudios germinales del también geógrafo Ernst Georg Ravenstein a finales del siglo XIX (Ravenstein, 1885; Arango, 1985; Oso et al ., 2023). Sin embargo, las migraciones han sido el fenómeno que durante mucho tiempo seguía sin encajar del todo en el campo de la demografía. O, lo que es lo mismo, algo falta para la integración de las migraciones en la percepción de la Demografía como un sistema, más allá de la ecuación compensadora que explica el crecimiento de la población.

El momento demográfico actual, caracterizado por la aceleración y diversificación de los flujos migratorios, coincidiendo con la creciente globalización económica durante el siglo XXI, en un contexto de baja fecundidad y aumento de las defunciones debido a la estructura envejecida de la población, ha propiciado volver a poner en la palestra no solo la importancia de un fenómeno que durante demasiado tiempo fue considerado espurio entre los puristas de la demografía, sino la renovación de su aproximación tanto desde el campo de la demografía histórica como desde el análisis demográfico de las sociedades actuales. Para ser justos, esa nueva mirada no solo ha venido propiciada por la primacía de las migraciones y el peso del saldo migratorio en el crecimiento de la población en el momento demográfico, sino también por lo que nos permitiremos llamar el “momento metodológico” y el “momento político”, siguiendo la llamada de atención sobre la coyuntura, en la comprensión de la sociología de las migraciones que ha realizado Antonio Izquierdo (2023).

Si nos remitimos al “momento metodológico”, ya a principios de siglo XXI, Ronald Lee (2001) al advertir sobre los peligros de la pérdida del corazón de la demografía, en lo que apuntaba ser un cambio de paradigma que implicaba la primacía del micro sobre el macro en el análisis demográfico, entre las cinco causas principales señaladas, destacaba tres de carácter marcadamente metodológico: en primer lugar, la multiplicación de datos desagregados; en segundo, el crecimiento proporcional de los métodos estadísticos y econométricos que permitían analizar dichos datos, especialmente desde una perspectiva longitudinal y con un progresivo refinamiento del análisis de las inferencias causales; y, en tercero, el incremento de la capacidad de recuperación, almacenamiento y cálculo de datos gracias al desarrollo de la informática. Junto a esas tres transformaciones que tenían que ver con las fuentes y la revolución digital, añadía dos más que también deberemos considerar en el estudio de las migraciones: por un lado, la coincidencia con el trabajo seminal que desde los setenta estaban llevando a cabo Gary Becker y sus colegas, basado en la Teoría de la elección racional, que potenciaba el nivel micro en el estudio económico; junto con la situación institucional de la Demografía, entonces en Estados Unidos (común al resto del mundo), en la que para acceder a ella como especialización se debía hacer a través de otras disciplinas, principalmente la Sociología, la Economía, los estudios de Salud Pública o de Ciencias Políticas, lo que favorecía la dependencia teórica e institucional de estas. En el caso de España además, por razones históricas e institucionales, esa dependencia y transformación parecía condenada a agrandar la división entre demografía histórica y análisis demográfico.

El momento político, no será ajeno ni al cambio de paradigma, ni a la nueva mirada sobre las migraciones, en lo que nosotros interpretamos como un doble movimiento. Por momento político nos referimos al auge y progresivo cuestionamiento del neoliberalismo y al triunfo de la globalización económica. El foco en las decisiones individuales, promovido por el neoliberalismo, en su esfuerzo por presentar “el macro” -entiéndase la estructura-, como una simple emanación de las acciones individuales, paradójicamente ha confluido con el renovado interés por las subpoblaciones en lo que el antropólogo especializado en población Philip Kreager (2015), ha interpretado como la alternancia entre el macro y el micro, entre las poblaciones abiertas y cerradas, entre la homogeneidad y la heterogeneidad, como una constante que ha caracterizado el desarrollo de la demografía como ciencia desde su nacimiento y de los estudios sobre población. Subpoblaciones tradicionalmente categorizadas a partir de la clase social, el estatus o de las diferencias raciales, etno-culturales, que se ha visto impulsada a la par por el crecimiento de la desigualdad y la aceleración de las migraciones internacionales. Diferencias a las que se han añadido nuevas divisiones, contando con el género y la orientación sexual, que han acabado en mayor o menor medida reapropiadas por el neoliberalismo bajo la etiqueta de “diversidad” como valor ético (Vertovec, 2012) y que han cristalizado en la enunciación de la super diversidad (Vertovec, 2007; Crul, 2016). Esa mirada, se ha visto hoy reforzada por la perspectiva interseccional (Creenshow, 1991), como la llamada de atención sobre la correspondencia entre las múltiples relaciones de dominación, situada en las antípodas del credo neoliberal.

Ese doble movimiento, en el que la coyuntura sociodemográfica, metodológica y política que remueve el paradigma vigente en la Demografía con el que nos aproximamos a un fenómeno determinado, no es privativo de las migraciones, pensemos solo en dos ejemplos más o menos recientes: el impulso para los estudios sobre desigualdad que han acompañado el crecimiento de la misma en el siglo XXI y el efecto de la reciente pandemia de COVID-19. En el primer caso, podemos tomar como referencia el éxito de la obra de Thomas Piketty (2013), en el que se repite la pauta de que gracias a la capacidad metodológica de ordenar largas series históricas sobre el crecimiento de la desigualdad y la riqueza –sin duda promovidas por el momento económico y político-, se va más allá de la revisión de la aproximación al fenómeno. En el segundo, el impacto tanto en la mortalidad en concreto, como en los dispositivos inmunológicos de la sociedad en general, han reavivado el interés a la vez sobre las pandemias en el pasado, y sobre el cuestionamiento de las mismas en el presente. Ambos fenómenos han dado lugar a una explosión de investigaciones y publicaciones científicas en el campo de la demografía, también en nuestro país.

Lo que a nosotros nos ha interesado en la concepción del presente monográfico, es ese doble movimiento que puede tomarse como hilo conductor del revulsivo de los estudios históricos y actuales que desde la demografía se está realizando sobre las migraciones en España. Movimiento en el que la coincidencia con la primacía de las migraciones en el crecimiento de la población ha puesto de manifiesto, no solo el papel central de las mismas en la demografía como Sistema Complejo de Reproducción demográfica, sino en relación con la reproducción social y el impacto de las migraciones en la estratificación social, especialmente la posición social de las personas inmigradas y de sus descendientes. Ese interés sobre la relación entre reproducción demográfica y social, retoma los postulados que en la sociología desarrolló Pierre Bourdieu (Bourdieu, 2011), pero añade, gracias a la perspectiva feminista, un replanteamiento del papel del trabajo reproductivo en ese sistema. No es pues un monográfico que pretenda recorrer las divisiones clásicas entre la tipología de migraciones a lo largo del tiempo (sea por sus causas, organización o impacto), ni tampoco una simple sucesión temporal de los movimientos migratorios y sus transformaciones. Lo que puede aparecer como un mosaico heterogéneo y calidoscópico, tiene vocación de ejercicio fractal sobre los diferentes enfoques que tanto desde la demografía histórica como de la actual, reflejan en España ese revulsivo teórico y metodológico que está comportando un desplazamiento en el paradigma demográfico, también en el estudio de las migraciones: la mirada que va de lo micro, ejemplificado por las decisiones individuales a lo macro, donde el análisis se entra en el papel de la estructura. Pero también de la población a las dinámicas de las subpoblaciones.

De esta forma, en este volumen monográfico hemos reunido diez trabajos que analizan desde la demografía y los estudios de la población el papel de las migraciones en la reproducción social a lo largo de la historia, en un friso que va desde las migraciones laborales en el sureste de España en el siglo XVIII, a los años más recientes tras la pandemia de la Covid-19, considerando el conjunto del ámbito peninsular. Tanto en el caso español como portugués, dos países de tradición emigratoria, recién convertidos en países de inmigración a raíz de la globalización económica del siglo XXI, se cuenta con una ingente bibliografía científica sobre los perfiles de los distintos grupos de inmigrantes, su dinámica demográfica y el impacto que ha podido tener en la evolución de la población de los espacios receptores, el asentamiento y distribución territorial a diferentes escalas geográficas, e integración en ámbitos tan variados como el mercado laboral, residencial o la formación de la familia. Sin embargo, a nivel macro, siguen siendo escasas las aproximaciones que se propongan abordar el papel de las migraciones en la demográfica y la reproducción social. Entendiendo como tales las estrategias sociales desplegadas para la perpetuación de las relaciones sociales, tanto a nivel institucional, por ejemplo los gremios, las propias comunidades de migrantes, como a nivel estructural en el caso de la estratificación social tanto de las sociedades emisoras como receptoras de inmigración.

El trabajo que abre este monográfico es el de Francisco Hidalgo Fernández, de la Universidad de Cádiz, sobre las “Migraciones laborales: un mecanismo de regulación del modelo artesano. El caso de los Colegios de Platería en el sureste peninsular (siglos XVIII-XIX)”, donde se presenta la visión de la demografía histórica sobre el aporte migratorio en el mercado laboral, y en uno de los oficios en particular, la platería. En él se discute el papel de la movilidad geográfica en la transmisión del conocimiento y la innovación, y en las formas de reproducción social. Las migraciones observadas tienen su origen tanto en las áreas rurales como en otros centros urbanos, e incluso adquieren un carácter internacional en ciertas zonas litorales. Con ello, nos presentan unas migraciones que son el resultado de la interacción entre la estructura gremial y el contexto económico local y regional, pero también internacional.

La segunda aportación se sitúa a inicios de siglo XX, con el análisis de Michel Oris, Stanislao Mazzoni, Melisa Barba, Darya Ordanovich y Diego Ramiro-Fariñas, todos ellos del Instituto de Economía, Geografía y Demografía, del  Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), sobre “El campo de atracción de migrantes en Madrid en 1905. Una contribución metodológica a la comprensión de la migración interior española en 1905”. A partir de un minucioso análisis de los datos padronales de 1905, en plena etapa de crecimiento demográfico de la ciudad, se identifican migrantes provenientes de más de cuatro mil municipios españoles, evidenciando la capacidad de atracción de Madrid. Ello se realiza para dos distritos madrileños con características sociales y perfiles socioeconómicos muy distintos. Los autores muestran la existencia de una elevada dispersión de los municipios de origen, con un campo migratorio extenso que desafía en algunos casos las clásicas Leyes de las Migraciones de Ravenstein, con elevadas intensidades migratorias en localidades lejanas, en un ejercicio que nos aporta una clara panorámica de las migraciones internas en España a finales de siglo XIX.

El tercer artículo, de Andrés Sánchez Picón (Universidad de La Rioja), María del Carmen Pérez Artés y Víctor Luque de Haro, ambos de la Universidad de Almería, se titula “Empleo minero y demografía en España (1860-2000). Aproximación a unas tipologías de impacto poblacional”. En él se abordan las consecuencias de los distintos ciclos mineros sobre la evolución demográfica de los municipios con actividad extractiva, en particular de las derivadas de la primera expansión minera vigente hasta el primer tercio de siglo XX y del posterior declive minero. Ello se realiza a partir del estudio de casos, que comprenden distintos tipos de minería y con una amplia distribución territorial en España. Con ello llegan a unos resultados heterogéneos, en función de la dependencia de estos municipios de la actividad minera o de su diversificación productiva, con una amplia gama de situaciones que justifican el análisis municipal.

El siguiente trabajo sigue con el análisis del siglo XX, en este caso de las estructuras familiares y su incidencia en la emigración. Verónica de Miguel (Universidad de Málaga) y Joaquín Recaño (Universidad Autónoma de Barcelona y Centre d’Estudis Demogràfics) presentan el texto “De cadenas migratorias a aventuras individuales: el papel de las familias en las migraciones interregionales en España”, donde a través del análisis de la Encuesta Sociodemográfica de 1991 se explora el papel de los familiares en las migraciones internas entre distintas Comunidades Autónomas en España, movimientos en su mayoría realizados en las décadas de mayor migración interna en el país. En ella se identifican distintas estrategias migratorias, definidas por la presencia previa de familiares en las zonas de destino y la migración con familiares, en función de la provincia de origen y de las características sociodemográficas de los individuos. También importa el lugar de destino, ya que los grandes focos receptores de las migraciones internas en España desarrollan un efecto llamada, lo que conlleva una mayor incidencia de las cadenas migratorias frente a otros tipos de migración.

El quinto artículo lo firman Anna Montfort (Universidad Autónoma de Barcelona y Centre d’Estudis Demogràfics), Andreu Domingo (Centre d’Estudis Demogràfics) y Jordi Bayona (Universitat de Barcelona y Centre d’Estudis Demográfics). En el trabajo “La diversificación de las generaciones femeninas en España, siglos XX y XXI” analizan, para los años comprendidos entre 1930 y 2021 las generaciones de mujeres residentes en España según su origen, centrando la atención en la distinta evolución de los tamaños de las generaciones debido a los flujos migratorios, lo que les permite realizar una tipología de provincias españolas en función del impacto de las distintas migraciones (internas e internacionales) sobre las mismas. Al mismo tiempo, analizan la diversificación de las características sociodemográficas de estas mujeres con el paso del tiempo, con generaciones actuales con mayor formación, participación en el mercado laboral y presencia de inmigrantes internacionales. En las generaciones más jóvenes se observa una complementariedad entre los empleos de autóctonas e inmigradas, con una creciente heterogeneidad de situaciones y una elevada segmentación laboral que relega a las mujeres inmigrantes a las ocupaciones vinculadas al trabajo reproductivo, en especial al cuidado.

El sexto trabajo nos traslada a Galicia. Antía Pérez Caramés (Universidad de La Coruña), con el trabajo sobre “La relación entre los movimientos migratorios y la reproducción social en la historia reciente de Galicia”, aborda el papel de los movimientos migratorios, tanto de entrada como de salida, en la reproducción social y demográfica de Galicia desde finales de siglo XIX hasta la actualidad. Para ello analiza las tres olas de emigración en la historia reciente de Galicia, con una perspectiva donde se da un peso especial a los estudios feministas y de género, que ayudan a interpretar el papel de los movimientos migratorios. Parte de la constatación que los movimientos migratorios recientes en Galicia no son de reemplazo, tampoco de complementariedad ni productivos, y que en cambio tienen una elevada relación con la reproducción social de los hogares.

En el siguiente artículo, y desde Portugal, Nachatter Singh (Universidad de La Coruña y Centre d’Estudis Demogràfics) y Alda Bothelo Acebedo (Universidad de Lisboa) abordan la emigración portuguesa en el texto “Reproducción sociodemográfica de los inmigrantes y descendientes portugueses en Estados Unidos: una comunidad consolidada y con larga tradición”. Con datos de Estados Unidos, constatan el éxito de la migración portuguesa, en una comunidad con un volumen considerable de miembros, alrededor de 1,3 millones de personas. Se trata de un sistema migratorio con cierta antigüedad, con flujos migratorios decrecientes pero con continuidad temporal y un crecimiento de los descendientes. También observan cambios importantes en la composición sociolaboral de los migrantes más jóvenes en comparación con los mayores, abandonando los sectores económicos de bajo valor añadido e intensivos en mano de obra.

Alberto del Rey (Universidad de Salamanca) y Rafael Grande (Universidad de Málaga) nos presentan, en el octavo capítulo de este monográfico, el trabajo “Entre la movilidad laboral y la familia: una vieja disyuntiva para las personas inmigrantes a su llegada a España”. En él la atención se centra en la población inmigrante durante la primera oleada migratoria, a inicios de siglo XXI, con un análisis a partir de los datos de la Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI-2007). En su trabajo encuentran la existencia de una estrecha relación entre las trayectorias familiares y laborales en el caso de las mujeres, donde la maternidad es un freno claro a la actividad laboral, reproduciendo un modelo familiar tradicional en un contexto de elevada precariedad y un débil estado del bienestar. En cambio, en el caso de los hombres las relaciones entre paternidad y cambios en el mercado laboral son inexistentes, como consecuencia de un mercado laboral segmentado y con escasa movilidad entre sectores para la población inmigrada. Con ello, nos ayudan a comprender el proceso a asentamiento de la población inmigrada en España en momentos de pleno auge migratorio, como fueron los primeros años de siglo XXI.

Siguiendo con el mundo laboral, Pau Miret (Centre d’Estudis Demogràfics), en su trabajo “Polos de atracción de empleo en España según el nivel de instrucción: un análisis provincial entre 1999 y 2025” analiza con la Encuesta de Población activa (EPA) la movilidad geográfica entre aquellos que se encuentran en el mundo laboral en función del nivel de instrucción en España. Para ello compara el lugar de nacimiento con el de residencia de la población emancipada y asalariada a jornada completa y con edades comprendidas entre los 26 y 50 años. En los resultados observa la pérdida de peso de la migración interna en España y la aparición de la inmigración internacional, con evidentes diferencias generacionales, así como una distinta geografía de la participación migratoria en la fuerza laboral, con mínimos en provincias de Andalucía y Extremadura y máximos en Baleares y Girona. Al mismo tiempo, se identifican pautas distintas en función del nivel educativo, con una mayor movilidad interprovincial entre los que actualmente poseen estudios superiores, y una mayor fijación territorial para los que tienen formación profesional o estudios básicos, mientras que la fuerza laboral de inmigrantes internacionales destaca por un elevado peso de los que no tienen estudios. Se trata de un análisis que nos relaciona la oferta laboral a escala provincial con la atracción de migrantes y sus características, donde la variable de mayor peso es la demanda de empleo provincial.

Para cerrar el monográfico, el décimo trabajo “Migration and social stratification in Spain. A multivariate quantitative approach”, firmado por Carlos Ruiz (Universitat Autònoma de Barcelona y Centre d’Estudis Demogràfics) y Andrés Castro (Barcelona Supercomputing Center-BSC y Centre d’Estudis Demogràfics), focaliza su atención en la inmigración internacional reciente y en sus descendientes en España. En este caso, y a partir del análisis de la encuesta asociada al último censo de 2021, la Encuesta de Características Esenciales de la Población y Viviendas (ECEPOV), se estudian las condiciones de vida de la población inmigrada y sus características sociodemográficas. Con ello se analiza la posición de los inmigrantes extranjeros y sus descendientes en la estratificación social en España, con resultados que nos indican la existencia de una asimilación segmentada apoyada en la región de origen de los inmigrantes, lo que nos permite comprender mejor la situación presente y futura de los migrantes internacionales y sus descendientes en España.

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  1. 1 La coordinación de este monográfico se ha realizado en el marco del proyecto de investigación “Migraciones y estrategias de reproducción demográfica y social en España: género, origen y clase-MIGRA-GOC” (PID2023-148711OB-I00), financiado por MICIU/AEI /10.13039/501100011033 y por FEDER, UE.